sábado, 2 de mayo de 2009

Darse cuenta de que se está completamente solo.

Aunque suene cruel, aunque no queramos admitirlo y digamos que tenemos amigos, padres, familia, perros y gatos, por último. Todo se concreta en una patética excusa por no querer creer nada.. Yo no quiero creer nada.
A fin de cuentas... ni siquiera contamos con nosotros mismos.

9. Porque al momento de morir, es sólo el alma la que trasciende. En todo caso, no molesta compartir la soledad de cuando en cuando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario